Antes de irme de vacaciones llegaron unas remolachas en la última cesta de verduras, quise probar a utilizarlas como ingrediente en el pan. Me imaginaba que saldría algo bastante dulce pero me equivoqué, además le da una textura al pan muy guay y es jugosísimo.
Además hice la prueba de congelarlo, yo casi nunca congelo pan, no sabía como resultaría y ha quedado muy bien. Congelé media hogaza que saqué ayer después de 1 mes, como mucho se aprecia algo más seco pero una pizquina de na!
La receta…
INGREDIENTES
- 500 gramos de harina de trigo (mezclé harina de fuerza, harina panificable y un poco de harina de trigo duro)
- una remolacha (pesaría unos 250 gramos aprox.) cocida o asada y triturada
- 150-200 gr de masa madre blanca (porque es la que tengo ahora)
- 200-250 gr de agua (si hace falta más se va añadiendo, puede ser la de cocer la remolacha)
- 10-12 gr de sal
- un chorrín de aceite para amasar y para el bol
Cocemos la remolacha pelada y la hacemos puré. Podemos guardar el agua para hacer el pan con este líquido en vez de agua.
Pesamos la harina en un bol, la masa madre añadimos la remolacha y el agua, mezclamos todo. Yo espero siempre entre 30 y 45 minutos a que repose la masa para añadir la sal, a este proceso se le llama autólisis y mejora el resultado en muchos aspectos.
Pasado este tiempo amasamos y añadimos la sal. Yo suelo hacer amasados cortos durante un hora y luego meto a la nevera toda la noche. Horneo a la mañana siguiente dejando que la masa recupere temperatura antes de formar, dándole el aspecto final.
Yo hice una hogaza que dejé reposar en el banetton una hora mas o menos. Hornée 20 minutos con vapor y tras dejarlo salir otros 20-30 minutos más. Si se dora demasiado podemos taparlo un poco por arriba con un papel de hornear.
Estaba delicioso, lo repetiré pronto. Ahora quiero experimentar con zanahorias, con pimientos y tomate, los nuestros creo que nos saldrán en octubre en la terraza!